La Encamisá, Noche de fuego y pureza
La Encamisá de Torrejoncillo es una Fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebra la noche del 7 al 8 de diciembre en esta localidad cacereña. No confundáis esta celebración con la también llamada “Encamisá” de Navalvillar de Pela en Badajoz que se celebra en Enero.
¿Por qué se celebra esta fiesta de La Encamisá?
Foto propiedad de Jagils
Con los años las leyendas van surgiendo y se han dado muchas explicaciones acerca del origen de La Encamisá. Pero todas ellas tienen en común la intervención de la Inmaculada Concepción ante una situación peligrosa que sucedió en Torrejoncillo y gracias a esta la población se salvó y también sus haciendas. Se usan sábanas blancas porque se cree que los habitantes las usaron para camuflarse aunque otras versiones cuentan que pueden simbolizar la pureza de la virgen.
Autor de la foto Jagils
¿Qué puedes vivir durante el festejo?
Comienza La Encamisá, fiesta de interés turístico nacional con la salida del estandarte de la Virgen de la iglesia. Cuando llega la noche, una multitud de gente abarrota la plaza de la iglesia rodeados de los tiros de los escopeteros que lanzan salvas en honor a la Virgen.
Suenan los ecos de los cascos de los caballos que anuncian que los jinetes se acercan, la luz de sus faroles los ilumina como si de apariciones se trataran. Llegan a la plaza con el estruendo de las escopetas y el tañido de las campanas. No se puede describir lo que se siente ante semejante escena acompañada de los gritos y los vivas de la masa que los envuelve.
El mayordomo, con el estandarte en la mano, inicia la procesión que durará dos horas hasta su regreso a la plaza. Durante el recorrido las antorchas y las hogueras arden en distintos lugares mientras que el público va siguiendo al estandarte.
El olor a pólvora, el estruendo, los caballos, los fuegos, las figuras fantasmales de los jinetes con sus faroles, las chispas de las antorchas y hogueras componen una festividad de gran belleza repleta de emociones.
Cuando llega el final del recorrido es la apoteosis de salvas y cohetes, de griterío y festejo es cuando el mayordomo entrega el estandarte a la iglesia y los paladines se dirigen a la casa del mayordomo donde la celebración pasa a ser un buen banquete de dulces típicos y bebidas. La casa del mayordomo es de donde cada jinete recoge el farolillo que han llevado durante todo el acontecimiento festivo.
No son pocos los que participan en esta fiesta de interés turístico nacional pues cientos de jinetes serán los “Encamisaos”. Llevan unas piezas de tela blanca con impresionantes labores en los ribetes y adornados con estrellas doradas en torno a la imagen de la Virgen Inmaculada. La tela les cubre desde la cabeza hasta caer sobre el caballo.
